Saliendo a correr~ (privado)

Una vez se hubo sentado el otro, le imitó, pero sin tomarse tantos cuidados como los que se daba el rubio, y se le quedó observando, porque para el castaño era muy extraño ver una persona tan pulcra, al menos en su casa no tenía la oportunidad de rozarse con personas así, y fuera de molestarle, le agradó bastante, el cuidado que se tomaba el menor para todo lo que hacía, parecía que pensaba casa movimiento minuciosamente antes de llevarlo a cabo.

Al observar que le gustaba el helado al que le había invitado, le sonrió y se dispuso a comer el suyo, que ya comenzaba a chorrear sobre su mano.

-Oh...- tomó una de las servilletas que le habían dado y limpió su mano, seguidamente lamió su helado. -Cierto, está muy bueno.!!- exclamó para continuar degustando. El tico no era precisamente un buen conversador, por lo que se quedó en silencio, talvez el otro tuviera algo para decirle, aunque por lo callado que era, pensó en que sería como un sueño que le entablara conversación.

-Gracias..-Tomó la servilleta que el menor le ofrecía, entendiendo su gesto cuando le indicó que se había manchado con helado. Se limpió la boca mientras escuchaba el comentario del chico.

-En serio? nunca he probado eso... en mi país comemos los helados con gelatina generalmente..-comentó por su parte, las costumbres de su país.

-Tendrás que invitarme un día a comer eso!- exclamó con una sonrisa para luego continuar lamiendo su helado.

-El octo que? una destividad?...- comenzó a comer la orilla del cono azucarado, luego de tragar y limpiar nuevamente su boca, se dirigió al joven una vez más.

-Cuéntame, que es lo que hacen en esa festividad?..- la verdad era que le fascinaba todo lo que no fuera americano, el tico era especialista en absorber todo lo que fuera de otras culturas como una esponja, por eso a veces utilizaba palabras en japonés o inglés, o se comportaba deacuerdo a como lo dictaban las costumbres de otros países, le encantaba aprender sobre otros países.

Escuchó atentamente todo lo que le explicaba el rubio, le parecía una festividad común y corriente, en el sentido que por lo menos en su país, muchas celebraciones eran similares; con la comida, bebida, eventos culturales, mas pudo notar un aura diferente sobre el alemán cuando le contaba todo eso, era como si le gustara mucho y le emocionara, y aunque no estuviera eufórico, el tico dedujo que estaba entusiasmado.

-Ya veo.... debe de ser muy divertido, talvez algún día pueda ver eso con mis propios ojos!!-comentó con un tono de voz suave y sonriendo levemente. Para luego dedicarse a mordisquear un poco más el cono que estaba por terminarse.

Terminaba ya el cono azucarado cuando escuchó la oferta del menor, tragó rápidamente y se limpió los labios con la servilleta, para luego dedicarle una sincera sonrisa al rubio.

-En serio me invitarías? eso sería grandioso! de verdad que sí! Me encantaría!- dijo mostrando real entusiasmo por vez primera en ese día, puesto que en verdad le interesaba aceptar el ofrecimiento del alemán. Y es que no todos los días se tiene la suerte de que lo inviten a una fiesta en otra parte del mundo, totalmente desconocida.

-No, no tienes que agradecer nada, la verdad es que me agrada tener compañía, la mayoría del tiempo me la paso solo, y tampoco es que sea muy bueno para hacer amigos...- se tapó la boca rápidamente con la mano, pensó en que ya estaba hablando de más, pero, Heinrich, al ser tan educado y sobretodo callado, le daba la confianza que el castaño no le tomaba a muchas personas.

-En fin... me alegro que te halla gustado...-agregó al final, sonriendo levemente.

La idea de que le presentara a sus hermanos no le convencía del todo, probablemente eran unos hombres enormes, considerando la proveniencia del chico, y probablemente también eran serios y si ya le era difícil hasta tratar con gente alegre, mucho más con personas así, aunque prefirió no comentarlo.

Entonces el menor le hizo ese comentario mientras posaba su mano sobre él. En serio le alegró ese gesto por parte del rubio, aunque no estaba del todo seguro si lo decía por simple cortesía o porque de verdad lo sentía así. Correspondió con una sonrisa amable, la cual era muy extraña en él.

-Yo también me la estoy pasando de maravilla contigo, eres un buen chico, y no me ha costado tratar contigo...-comentó luego un poco más serio.- Me gustaría que pudiéramos llegar a ser buenos amigos...-agregó al final.

"Cosas que hacen los amigos". El castaño no era precisamente un experto en el tema, pensó por un largo rato que tipo de cosas hacían los amigos, eso le hizo percatarse de que en realidad no tenía muchos, y que de hecho no podía llamar a alguien e invitarlo a salir, por ejemplo. Se sintió un poco mal por eso y en su rostro se reflejó claramente por unos instantes, mas no se dejaría deprimir por una cosa como esa!.

-Bueno,y que tipo de cosas hacen los amigos?...- dijo pensativo aún- ....veamos, supongo que los amigos salen a pasear, o a comer.... también charlan y hasta juegan no?...- enumeraba las cosas como si estuviera contando con los dedos, su rostro mostraba una expresión un tanto confusa, no tenía muy claro que era lo que los amigos hacían después de todo.

Observó como el otro se ponía de pie y nuevamente pudo notar lo pulcro que era, al acomodar sus ropas, muy al contrario de muchas personas que conocía, incluyéndose. Entonces el rubio le haló levemente de la magan y le sonrió. El castaño devolvió la sonrisa y se puso de pie rápidamente, aún tenía las servilletas que utilizó para limpiar su boca mientras comía helado en la mano.

-Improvisar? me parece buena idea...- afirmó aún sonriente mientras con la mirada buscaba un basurero en donde depositar las servilletas. -Pero primero hay que deshacernos de esto..- enseñó la basura al menor y le tomó por la muñeca para guiarlo hasta el basurero que vió a lo lejos.-No me gusta contaminar el ambiente, así que siempre procuro tirar la basura en su lugar...-comentó mientras caminaba.

Llegó al lugar en donde se encontraba el basurero y depositó las servilletas sucias en el. Entonces escuchó la propuesta del menor y le parecióp bastante agradable y muy buena idea.

-Me parece muy bien! entonces vamos alla!!- exclamó igual de sonriente y de inmediato emprendió marcha hacia la dirección en la que se encontraba el dicho mercado.

-Tal vez hasta pueda comprar un regalo para mi hermano!- dijo sonriente, pensando en que era una buena oportunidad para adquirir un presente para el tico mayor.

Se adentraron poco a poco entre el abarrotado mercado, se escuchaba a los vendedores que a gritos ofrecían su mercadería, cada uno de ellos asegurando tener los productos de mejor calidad y al más bajo costo, en ese lugar había de todo, eso era evidente, al mirar hacia todos lados se topaba con cosas diferentes y llamativas.

-Oh.. bueno, la verdad es que no tengo idea, porque sé que cualquier cosa que le regale le agradará...-dijo bastante indeciso, y es que a su hermano le gustaba practicamente de todo, así que no se le ocurría algo en especial.

Entonces sintió como el otro se tomaba de su brazo, de seguro odiaba perderse o algo así, ya que el contacto físico no era algo que lo caracterizaba, al menos de lo poco que había notado del rubio desde que lo conoció. De modo que el tico, en uno de sus arrebatos, y sin preocuparle en como pudiera reaccionar el menor, tomó su mano, entrelazando sus dedos con los de él.

-Así no nos perderemos el uno al otro!..-le dijo con aires de confianza y sonriéndole. La verdad era que poco le importaba lo que dijera la gente también, al ver a dos chicos tomados de la mano; en ese momento lo único que le importaba era no perder de vista al rubio entre la multitud.

El menor le guiaba adentrándose aún más en el mercado entre la multitud de personas, mientras tanto el castaño observaba todos los puestos en busca de algo adecuado que comprar, realmente no tenía idea y también habían cosas muy interesantes.

-Oye... si fueras tú.. que comprarías?...-preguntó al alemán en vista de que él no se decidía por nada, y podría ser que al otro si se le ocurriera una buena idea.

En ese momento se puso a pensar en su hermano, y no pudo recordar una sola vez en el último mes en que lo hubiera visto con un libro en las manos, por lo que no le pareció un regalo adecuado para él. Y luego, estaba la cruz, eso si podía ser un buen presente, ya que a él le gustaba ponerse ese tipo de cosas, y también era algo religioso.

-Bien! la cruz será!!- exclamó mientras se desviaba hacia el primer puesto en donde vendieran ese tipo de cosas.

Tomaba una tras otra las cruces que allí tenían y las observaba bien, había de todos tamaños y materiales diferentes, pero quería buscar la adecuada, y no se decidía por una en especial, y por suerte, le acababan de dar bastante dinero, así que podría pagar sin problema aunque eso le supusiera tener que abtenerse de comprar cosas para él por un tiempo.

Escuchó entonces eso de que era un buen hermano..
-Yo, le debo a mi hermano mucho.. él nos cuidó a mí y a todos mis hermanos por mucho tiempo, solo, sin ayuda de nadie, y pasamos por muchas necesidades...talvez no tuvimos guerras muy grandes, pero en su momento hubo batallas, y muchos problemas que ha sabido superar, y siempre mostrándonos esa sonrisa suya...-comentó algo pensativo, pero mientras hablaba una sonrisa sincera se dibujó en su rostro sin que él mismo se diera cuenta.

-Y yo, no puedo ser como él.... el es bueno con todos y muy blando, por eso trato de ser fuerte y así protegerlo si algo malo llegara a pasar, y por esa razón no le caigo bien a la gente, yo tengo que ser firme y no mostrarme tan alegre con todos como él lo hace...-entonces el ojiverde calló en cuenta que de nuevo estaba hablando de más.

-No sé porqué me transmites tanta confianza para que te cuente todas estas cosas jeje- dijo al rubio mientras reía de manera nerviosa.

-Entonces creo que me llevaré esta!!!- dijo mientras le mostraba una crucecita plateada incrustada con dos piedritas color esmeralda, el tico pensó en que al menos combinaría con los ojos de su hermano, o algo así.